Los profesionales sanitarios del Samur han atendido en lo que va de año, de media, 11 intoxicaciones etílicas al día en la capital. Hasta este pasado jueves los médicos municipales han asistido a 3.746 personas que iban bebidas y que necesitaron ser atendidas debido a su nivel de borrachera. De esta cantidad necesitaron traslado al hospital 2.310 personas, un 61,7%.
Si comparamos estas cifras con el mismo periodo del año pasado se aprecia una pequeña subida del 10% de las actuaciones por alcoholismo. En 2023 se atendieron a menos personas, 3.334 y acabaron en el hospital 1.936, lo que supone un 57% de los auxiliados. En este 2024 los menores han supuesto el 8,3% de las intervenciones frente al 8,7% de 2023. En cuanto al sexo, los hombres suponen el 75% de los casos y las mujeres el 25%. Además, la edad media de los atendidos en la capital por borracheras es este año de los 37,7 años.
La cifra de atendidos aumenta los fines de semana, ya que suman el 60,6% de las actuaciones por borrachera. Por distritos es Centro la zona donde más salen a la calle las ambulancias del Samur seguido de Chamberí, Moncloa, Carabanchel y Tetuán. Por contra, los distritos con menos intervenciones son Barajas, Vicálvaro y Moratalaz. Y en cuanto al mes con más notificaciones es julio, seguido de junio y mayo.
Del total de los avisos del Samur las intoxicaciones etílicas contabilizan un 8,7% de las asistencias frente al 18,7% que suponen las patologías cardiovasculares y el 17,7% que originan las caídas. En el portal de transparencia del Ayuntamiento de Madrid el número de avisos por intoxicaciones etílicas es superior, pero se debe a que estos datos son del movimiento de número de ambulancias, puesto que hay casos en los que se desplaza más de un recurso médico para un mismo paciente.
Los propios médicos del Samur aseguran que siempre que atienden a un paciente en la calle se les alerta del riesgo para la salud que acarrea el consumo masivo de alcohol a medio y largo plazo. «Si es una intoxicación etílica profunda, de grado cuatro, están completamente dormidos en la fase hipnótica. Tenemos que despertarles, estimularles y atenderles, y acaban en el hospital. En la fase inferior, la número tres, los pacientes suelen estar vomitando, algo que es bueno debido a que se evita así que el alcohol entre en sangre», explica Emilio Benito, supervisor del Samur.
En el caso de que un menor sea asistido por intoxicación etílica, el Samur siempre localiza a los padres o algún tutor para que acudan al mismo lugar de la asistencia para que se hagan cargo del adolescente. «En las actuaciones más graves de menores, cuando se les traslada al hospital se les indica a los padres que acuden al centro sanitario», explica Benito. «Si no se localiza a los padres se avisa a la Policía Municipal que son los que nos acompañan al hospital», añade al respecto el coordinador del Samur.
Aseguran los médicos del Samur que últimamente han descubierto en sus intervenciones con jóvenes que se ha puesto de moda una mezcla que resulta explosiva para la salud del menor. Se trata del jagerbull, una combinación de una bebida energética famosa con una marca de licor de hierbas alemana que tiene un 35% de contenido alcohólico. «A esta combinación le echan encima taurina y esto es una bomba. Su consumo se está extendiendo entre los jóvenes», advierte el coordinador del Samur.
También quieren resaltar la importancia de tener un consumo razonable de alcohol e insisten en que se evite llegar a una situación de intoxicación etílica por sus efectos nocivos. «Las secuelas del alcohol a largo plazo son muy dañinas. Hay personas que a los 40 años están enfermas debido a todo lo que han bebido durante su juventud», señala Benito.
Los médicos también ofrecen una serie de recomendaciones en el caso de tener que atender a una persona con una intoxicación etílica: lo primero que se debe recordar es tumbarlo, colocarlo de lado con la mano debajo de la cabeza, para protegerle en caso de que tenga un vómito.